El fotolienzo convence por su textura textil natural y refinada con un aspecto elegante y, al mismo tiempo, distinguido, apto para colecciones o galerías de arte. Su máxima resolución y calidad superior proporcionan una excelencia cromática y unas imágenes con una nitidez extraordinaria. Otra particularidad: el sorprendente efecto tridimensional que se produce por el marco de dos cm de ancho.
Cuidadosamente, se tensa el tejido impreso a mano sobre un bastidor y se fija a la parte trasera. Su lienzo personalizado no precisa, por tanto, de ninguna estructura adicional para poder colgarlo en la pared. Lo único que necesita son dos escarpias o clavos en la pared que servirán para sujetar el bastidor que cuelga.